Industria alimentaria y transición energética: una receta hacia la competitividad
Empresas como Bimbo, Nestlé y PepsiCo tienen claro que en la sostenibilidad está la clave para reducir costos, mejorar la competitividad y cumplir con regulaciones ambientales cada vez más exigentes. Las energías renovables son el motor de transformación del sector alimentario.
Las grandes empresas de alimentos y bebidas están acelerando su transición energética, convirtiendo la energía limpia en la piedra angular tanto de su estrategia de producción como de su agenda de sostenibilidad. Prueba de ello es que, para 2024, Mondelez International había reducido en un 37 % las emisiones de sus procesos de manufactura. En ese mismo año, el 54 % de la energía utilizada en su producción ya provenía de fuentes renovables.
Grupo Bimbo ha registrado avances comparables, reportando que el 92 % de su consumo eléctrico global proviene de fuentes renovables —principalmente solar y eólica— a finales de 2023. La compañía opera hoy con electricidad 100 % renovable en 27 de los 34 mercados en los que tiene presencia. De forma paralela, ha modernizado su flota logística con más de 5.000 vehículos de combustibles alternativos, incluidos 2.500 unidades eléctricas, como parte de su estrategia integral de reducción de carbono.
De manera similar, multinacionales como Nestlé están ejecutando hojas de ruta climáticas alineadas con los objetivos del Acuerdo de París. La compañía aspira a alcanzar electricidad 100 % renovable en todas sus operaciones de manufactura para 2025; ya había logrado un 95,3 % en 2024 y superado por adelantado su meta de reducción de GEI del 20 % fijada para 2025. Sus objetivos a futuro incluyen una reducción del 50 % de las emisiones para 2030 y la consecución de cero emisiones netas para 2050, apoyadas en iniciativas de electrificación de procesos.
PepsiCo ha establecido objetivos para reducir en un 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 1 y Alcance 2 para 2030, completar la transición a electricidad 100 % renovable en sus operaciones globales para 2040 y alcanzar cero emisiones netas en toda su cadena de valor para 2050. En 2023, las fuentes renovables suministraron el 80 % de los requerimientos de electricidad directa de la compañía a nivel global, alcanzando un 100 % de energía renovable en sus plantas de manufactura en 40 países.
Este compromiso sectorial de integrar energías renovables en procesos intensivos en consumo energético —incluidos la refrigeración, el procesamiento térmico, la pasteurización, la deshidratación, la congelación y la conservación— responde tanto a imperativos ambientales (cumplimiento de los mandatos de sostenibilidad) como a una lógica económica: eficiencia en costos y mitigación de riesgos.
Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), las tecnologías de energía limpia han alcanzado niveles de competitividad en costos sin precedentes, lo que las hace especialmente atractivas desde el punto de vista estratégico para sectores intensivos en energía como el de alimentos y bebidas. En 2023, la generación solar fotovoltaica registró un costo promedio de USD 0,044 por kWh, mientras que la eólica terrestre se situó en USD 0,033 por kWh, lo que representa reducciones de costos del 90 % y 70 %, respectivamente, desde 2010.
Los contratos de compraventa de energía (Power Purchase Agreements, PPA) permiten a las corporaciones asegurar un suministro de electricidad limpia y estable bajo estructuras de precios predecibles. Este mecanismo les permite fijar costos energéticos de largo plazo, mitigar la exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y garantizar el cumplimiento de regulaciones ambientales cada vez más estrictas, preservando al mismo tiempo sus márgenes operativos. En una industria donde las mejoras marginales en eficiencia impactan directamente la posición competitiva, estas ventajas resultan estratégicamente críticas.
Atlas Renewable Energy se sitúa entre los principales actores del sector energético en América Latina, con un portafolio de activos superior a 8,4 GW y cerca de 3 GW de capacidad operativa ya entregada en la región. Desde 2017, la compañía ha estructurado más de 6 GW en desarrollos de energía renovable, predominantemente bajo esquemas de PPA con grandes corporaciones del continente.
Respaldada por Global Infrastructure Partners y con capacidades probadas en la ejecución de proyectos de gran escala, la compañía integra innovación técnica, excelencia operativa y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. Para las empresas del sector alimentario que buscan transformar su portafolio energético, Atlas ofrece una solución concreta y estable, diseñada para generar un impacto medible.
Mercados en expansión, expectativas en evolución: la energía limpia como respuesta estratégica al mercado
Esta migración corporativa hacia la energía limpia se está desarrollando en un contexto de notable expansión del mercado: se proyecta que la industria global de alimentos y bebidas crezca más de un 3 % tanto en 2025 como en 2026, hasta alcanzar USD 529,66 mil millones en 2028, lo que supone un incremento superior al 50 % frente a las cifras de referencia de 2024.
Estudios de consumo indican que este crecimiento beneficiará de forma desproporcionada a las empresas que ofrezcan productos que, al mismo tiempo, sean competitivos en precio, superiores desde el punto de vista nutricional y producidos de manera sostenible.
Un estudio de consumidores de PwC de 2024 reveló que más del 80 % de los encuestados está dispuesto a pagar un sobreprecio por productos sostenibles, con una prima promedio aceptable del 9,7 % cuando se cumplen estándares ambientales. En las categorías de alimentos, el etiquetado que resalta el uso de energía renovable o una menor huella de carbono influye cada vez más en las decisiones de compra. Según una investigación de Produce Market Guide, el 57 % de los consumidores en 2024 declaró una mayor probabilidad de elegir productos etiquetados como “climate-smart”, frente al 48 % en 2023.
Este cambio de comportamiento es particularmente marcado entre los segmentos más jóvenes. Más del 40 % de los consumidores de entre 18 y 44 años describe el conocimiento del origen de los alimentos y de su impacto ambiental como “extremadamente importante”. Además, un 26 % busca activamente marcas con programas documentados de reducción de emisiones, mientras que más del 70 % tiene en cuenta tanto la sostenibilidad del proceso productivo como el impacto ambiental del empaque al tomar decisiones de compra.
Anticipándose a esta evolución del mercado, Budweiser —propiedad de Anheuser-Busch InBev (AB InBev)— comenzó a incorporar en 2018 indicadores de producción con energía renovable en su empaquetado, en paralelo con la integración de energía limpia en sus operaciones de manufactura.
Otros líderes del sector están respondiendo a estas expectativas de los consumidores mediante una adopción integral de energías renovables. Más allá de Nestlé, Grupo Bimbo y empresas comparables, la cervecera Mahou San Miguel ha anunciado un programa de inversión de € 220 millones orientado a la sostenibilidad y la innovación en sus sistemas de producción, que incluye la construcción de una planta de biomasa en Alovera para reducir sus emisiones de CO₂.
El futuro de la industria alimentaria es sostenible
El sector de alimentos y bebidas se encuentra, al mismo tiempo, en fase de expansión y en un proceso de transformación profunda: la demanda global por productos más saludables y producidos de manera sostenible está definiendo nuevos estándares de mercado. En este contexto, la energía renovable está emergiendo como un factor estratégico de diferenciación para las corporaciones que buscan optimizar sus procesos operativos, reducir su estructura de costos y fortalecer su relevancia frente a consumidores cada vez más conscientes del impacto ambiental.
La adopción de energía limpia trasciende los gestos simbólicos de responsabilidad corporativa; representa una ventaja competitiva concreta. Desde el etiquetado que certifica el uso de energías renovables hasta la asignación de capital a infraestructura sostenible, las empresas del sector alimentario que implementan estas estrategias hoy están trazando los estándares de liderazgo en sus mercados.
Atlas Renewable Energy está acelerando esta transformación a través de soluciones energéticas diseñadas para generar un impacto medible, integrando innovación, eficiencia operativa y capacidades comprobadas de ejecución de proyectos a gran escala. En un entorno donde convergen los imperativos de sostenibilidad y los objetivos de rentabilidad, la energía renovable se consolida como el nuevo estándar de liderazgo responsable y visión estratégica.
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Este artículo fue creado en colaboración con Castleberry Media. En Castleberry Media, estamos dedicados a la sostenibilidad ambiental. Al comprar certificados de carbono para la plantación de árboles, combatimos activamente la deforestación y compensamos nuestras emisiones de CO₂ tres veces más.
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