Energías renovables: la apuesta de transición energética para las operaciones en minería y petróleo
La transición energética redefine a las empresas mineras y petroleras, donde se hace urgente la adopción de energías renovables no sólo por una mejora reputacional sino económica
La transición energética está transformando la minería y el petróleo a nivel global. La demanda de minerales estratégicos y la presión de compromisos ambientales por reducir emisiones han impulsado la adopción de energías renovables en estos sectores.
Países con gran actividad extractiva, como Colombia y Chile, enfrentan el reto de equilibrar su crecimiento económico con prácticas sostenibles. Las compañías líderes ya están avanzando en esta dirección, adoptando tecnologías limpias y contratos PPA para garantizar estabilidad y competitividad. En Colombia ya hay casos de mineras que han avanzando en la contratación de energía limpia; del mismo modo lo está haciendo la petrolera Ecopetrol, que contará con 900 MW de energías renovables en Colombia. En Chile, destaca el caso del Grupo CAP, que firmó un contrato histórico con Atlas Renewable Energy para el suministro de 450 GWh anuales de energía renovable, fortaleciendo su compromiso con una operación más sostenible.
Los beneficios de la transición energética en minería y petróleo
Según el Banco Mundial, la producción de minerales esenciales para la transición energética podría aumentar hasta un 500% para 2050. Algunos ejemplos clave:
- Litio, cobalto y níquel: esenciales para baterías de almacenamiento y vehículos eléctricos.
- Cobre: un aerogenerador requiere 4,7 toneladas, mientras que un vehículo eléctrico usa 89 kg (casi 4 veces más que un motor de combustión interna). Un informe de Goldman Sachs estima un crecimiento del 600% en la demanda de cobre para 2030.
En cuanto a la industria petrolera, la EIA si bien ha recortado proyecciones de crecimiento, estima que la demanda mundial de petróleo crecerá a 1,3 millones de barriles por día en 2025.
En el marco del desarrollo de los mercados extractivos, la adopción de prácticas sostenibles y la integración de energías renovables permiten a las empresas posicionarse mejor y ser más competitivas, reduciendo costos operativos, aumentando de manera positiva su reputación y cumpliendo con metas de sostenibilidad.
Reducción de costos operativos
El consumo de energías renovables permite a las empresas disminuir la dependencia de combustibles fósiles y sus fluctuaciones de precio.
Por ejemplo, en Colombia, el fenómeno de El Niño, que ha reducido los niveles de agua en los embalses, reemplazandolos por generación térmica costosa, provocó aumentos en el mercado eléctrico durante el 2024. Por caso, en diciembre el precio promedio de la Bolsa de Energía fue de $759,54/kWh (USD 0.18/kWh), un aumento interanual del 13,47%.
Esta fluctuación de los precios de la energía impacta significativamente en las operaciones de las empresas mineras y petroleras, que son intensivas en consumo energético. El aumento de los costos de energía puede reducir sus márgenes de beneficio y afectar su competitividad en el mercado. Por ejemplo, la volatilidad de los precios energéticos puede influir en la rentabilidad y las decisiones de inversión a largo plazo de estas industrias.
Las energías renovables presentan una alternativa más estable y económica para las empresas. Según IRENA, los costos nivelados de generación (LCOE) para las energías renovables han caído significativamente en la última década, lo que ha logrado que, en 2023, la energía solar fotovoltaica haya alcanzado un costo global promedio de USD 0.044/kWh, mientras que la eólica terrestre alcanzó USD 0.033/kWh, ambos muy por debajo del costo promedio de la generación con combustibles fósiles a nivel mundial y drásticamente más bajo que los precios de la Bolsa de Energía.
Cumplimiento de metas de sostenibilidad
Empresas mineras y petroleras han adoptado compromisos firmes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la eficiencia energética. Anglo American, por ejemplo, se ha propuesto lograr la carbono neutralidad en todas sus operaciones para 2040, con una meta intermedia de reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
Además, la compañía busca disminuir en un 50% las emisiones de alcance 3 (emisiones indirectas) para 2040, abordando así las emisiones indirectas de su cadena de valor.
En el sector petrolero, durante la COP28 celebrada en diciembre de 2023, más de 50 empresas se comprometieron a alcanzar operaciones neutras en carbono para 2050. Este compromiso incluye poner fin a la quema rutinaria de gas en antorcha para 2030 y reducir casi a cero las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero significativamente más potente que el CO2.
Estas iniciativas reflejan una tendencia global en la que las industrias extractivas buscan alinearse con los objetivos climáticos internacionales, implementando estrategias que promuevan la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
Reputación y licencia social para operar
Las operaciones que incorporan energías renovables tienen mayor aceptación por parte de las comunidades y los gobiernos locales, facilitando su viabilidad a largo plazo. En Ecuador, el Banco Interamericano de Desarrollo ha promovido proyectos mineros y petroleros que incorporan tecnologías limpias y estrategias de mitigación ambiental para mejorar la percepción del sector.
La minería apuesta por las energías limpias
Chile, como exponente de la minería en Latinoamérica y el principal productor de cobre, con el 24% de la producción de ese mineral en 2023, ha comenzado a implementar cada vez criterios de minería sustentable integrando energías renovables, con empresas implementando contratos de compra de energía (PPA, en inglés) a largo plazo con proveedores de energía solar y eólica.
Un caso destacado es el de Atlas Renewable Energy, que firmó un contrato histórico con Codelco para suministrar 375 GWh al año durante 15 años a partir de 2026. Este acuerdo incluye un proyecto solar con sistema integrado de almacenamiento en baterías. Del mismo modo, la compañía también acordó un PPA por 450 GWh al año con el Grupo CAP, uno de los principales conglomerados mineros siderúrgicos chilenos. Este contrato contempla el desarrollo de un proyecto solar en la región de Atacama con almacenamiento en baterías.
Atlas Renewable Energy consolidó su experiencia en contratos PPA en 2015, cuando firmó un acuerdo con Minera Los Pelambres, una de las mayores minas de cobre en Chile, operada por Antofagasta Minerals. En este contrato, la empresa suministra energía limpia desde su planta solar Javiera, que genera aproximadamente 161 GWh anuales. Este precedente respalda la solidez de los nuevos acuerdos firmados, reafirmando el compromiso con la transición energética en la industria minera.
Colombia es otro de los países mineros más importantes de Latinoamérica, donde representa el 24,31% de las exportaciones nacionales y genera una parte significativa de los ingresos fiscales del país.
A pesar de su importancia económica, la minería tradicionalmente ha sido una industria intensiva en energía y con alto impacto ambiental. La tendencia hacia la sostenibilidad ha llevado a la incorporación de soluciones energéticas limpias, como el uso de paneles solares en operaciones remotas y la implementación de vehículos eléctricos para el transporte de materiales, sin embargo, las empresas cuentan con una importante oportunidad para avanzar en contratos PPA, sobre todo para asegurar precios de energía competitivos.
Las petroleras también se inclinan por las renovables
La transición hacia energías limpias ha ganado impulso en la última década, con una inversión global en energías limpias que ha aumentado un 40% desde 2020, según un reporte de la IEA. Empresas petroleras de renombre mundial están adoptando estrategias para reducir sus emisiones y diversificar sus fuentes de energía.
Empresas globales, como Shell, apuntan a reducir las emisiones netas de sus operaciones. La compañía multinacional indicó que disminuirá a la mitad su producción de gases de efecto invernadero para 2030, en comparación con 2016, objetivo que ya se ha alcanzado en torno al 60%. Para ello esta invirtiendo entre 10.000 y 15.000 millones de dólares entre 2023 y finales de 2025 en soluciones energéticas bajas en carbono.
En el plano latinoamericano, Petrobras, por su parte, anunció en su plan estratégico 2024–2028 que también apuntan a incorporar energías renovables. De su presupuesto de 102.000 millones de dólares, aproximadamente el 11% se enfoca a inversiones destinadas a proyectos de bajo carbono, donde se destaca el consumo de energía eólica y solar fotovoltaica.En Colombia, Ecopetrol, va en la misma línea. En 2021 se comprometió a alcanzar cero emisiones netas de carbono para el 2050, reduciendo sus emisiones en un 25% en 2030, en comparación con el año base de 2019. La empresa planea incorporar 1.000 MW de energía renovable no convencional en 2030.
Conclusión: Estándares, PPA y el papel del sector minero y petrolero en la transición energética
La minería y el petróleo están evolucionando hacia modelos energéticos más sostenibles. La adopción de energías renovables no solo responde a regulaciones ambientales, sino que también garantiza estabilidad operativa, reducción de costos y ventajas competitivas.
Datos clave que respaldan la transición:
- La industria extractiva está evolucionando hacia un modelo más sostenible.
- Las energías renovables son ahora más competitivas que los combustibles fósiles en términos de costos.
- Las principales empresas ya han adoptado contratos PPA y estrategias de sostenibilidad, asegurando estabilidad y reducción de costos en el largo plazo.
Las empresas que actúen antes no solo cumplirán con compromisos de sostenibilidad, sino que también construirán un modelo de negocio más rentable y sostenible.
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Este artículo fue creado en colaboración con Castleberry Media. En Castleberry Media, estamos dedicados a la sostenibilidad ambiental. Al comprar certificados de carbono para la plantación de árboles, combatimos activamente la deforestación y compensamos nuestras emisiones de CO₂ tres veces más.