Eficientar costos operativos: el rol de los PPA frente al aumento de la energía
En un entorno volátil, las empresas visionarias adoptan energías renovables y PPAs para asegurar costos estables y competitivos, garantizando una ventaja sostenible frente a la incertidumbre global..
Actualmente, los costos operativos (OPEX) de las compañías están siendo afectados por factores externos, como pueden ser catástrofes climáticas, tensiones bélicas, incremento en costos logísticos internacionales.
Las empresas que operan en países fuertemente dependientes de la energía hidráulica, por ejemplo, se ven en serios problemas cuando se desatan fenómenos de sequías, tal como ocurrió en septiembre del 2021 en Brasil, que atravesó la peor falta de lluvias de sus últimos 90 años, con costos de la electricidad un 52% más caros, o más recientemente en Colombia, cuando en abril del 2024 El Niño elevó el precio promedio de la bolsa de energía a 988,59 pesos por kWh, casi cuatro veces más respecto al 2023, cuando el valor se ubicó en los 231,53 pesos por kWh.
A diferencia de este tipo de eventos climáticos, las tensiones bélicas generan impactos globales. El conflicto militar en Europa del Este desatado a inicios de 2022, por ejemplo, provocó cuellos de botella y retrasos en el transporte de mercancías y generó un aumento de la inflación ya que Rusia es un importante proveedor de petróleo, gas y metales y, junto con Ucrania, de trigo y maíz. En aquel momento, se dispararon los costos del precio del barril llegando a superar los USD 100, teniendo su correlato en fuertes aumentos de precios de la energía eléctrica, lo que afectó a todo el continente en general y al costo operativo de las empresas, en particular.
Desde principios de este año, la escalada de tensión en Medio Oriente está produciendo un alza en los precios del petróleo. El 7 de agosto de 2024, los futuros del crudo West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) escalaron 3,1% a USD 75,47 el barril, mientras que el Brent subió 0,6% a USD 78,53 dólares el barril. De acuerdo a un análisis del Banco Mundial, si aumentara aún más el conflicto bélico en la región los valores podrían duplicarse, con lo que el barril pasaría a costar entre USD 140 y USD 157, ya que el suministro mundial de petróleo se reduciría entre 6 y 8 millones de barriles diarios.
Esta situación está generando preocupación entre las empresas por una nueva disparada de precios con impactos en sus costos operativos, pero las compañías podrían adoptar una alternativa para protegerse que ya muchas tomaron en 2022: firmar acuerdos de suministro de energía renovable (PPA, en inglés) a largo plazo.
Un reporte de BloombergNef dio cuenta de que en ese año hubo un aumento del 18% en la firma de contratos a nivel mundial, respecto al 2021, estableciéndose un récord: 36,7 GW, de los cuales 24,1 GW se acordaron en toda América, con repuntes tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica.
Las ventajas que un PPA brinda a los compradores radican en fijar una tarifa durante un período prolongado por un volumen de energía limpia, ofreciendo mayor previsibilidad de los costos asociados y otorgando un mayor control sobre sus hábitos de consumo. Por lo tanto, los PPA se presentan como una solución al problema de fluctuación de precios en los mercados de energía.
Además, los precios de los contratos PPA pueden ser más competitivos que el valor medio del mercado diario de energía eléctrica. A modo de ejemplo, la consultora Pexapark indicó que en julio del 2024 los precios de los contratos PPA firmados en Europa promediaron los 50,1 euros por MWh, mientras que el valor medio de la bolsa de energía eléctrica de España, según OMIE, el operador que gestiona el precio de la energía en ese país, fue de 57,1 euros por MWh para ese mes.
Modernizar consumos y adaptarse a compromisos ambientales
Por otra parte, y en esta misma línea, las empresas se están enfocando en modernizar sus consumos de energía a través de la electrificación de sus procesos operativos. Es decir, reemplazar infraestructura que funciona con combustibles fósiles por otras eléctricas, las cuales pueden ser alimentadas a través de contratos PPA, gestionando de otro modo la demanda, reduciendo y estabilizando costos.
Por tanto, electrificar las operaciones permite reducir gastos, inclusive de mantenimiento, ya que los equipos eléctricos tienden a ser más eficientes que los convencionales, indica un reporte de PWC. Un ejemplo de ello es que las bombas de calor eléctricas son entre tres y cinco veces más eficientes que las calderas de gas natural, y los vehículos completamente eléctricos son 4,4 veces más eficientes que los de gasolina.
Además, este aumento del consumo de energías renovables que se logra electrificando la demanda permite disminuir la generación de emisiones de CO2, lo cual contribuye a la reducción de costos operativos de las empresas que operan en países de América Latina, ya que algunos de ellos han implementado impuestos sobre el carbono como parte de sus esfuerzos por mitigar el cambio climático como Chile, que introdujo un impuesto al carbono en 2017, fijado inicialmente en 5 USD por tonelada métrica de CO2; Colombia, que desde 2016 aplica un impuesto de aproximadamente 5 USD por tonelada métrica de CO2 sobre las emisiones derivadas de combustibles fósiles, pero las empresas pueden evitar el pago comprando compensaciones de carbono de proyectos nacionales; y México, que implementó un impuesto al carbono en 2013, que grava las emisiones de CO2 que superan un límite establecido, con un tope del 3% del valor del recurso. Además, el país está desarrollando un sistema de comercio de emisiones (ETS) que entró en su fase piloto en 2019.
Por su parte, Brasil cuenta con un mercado voluntario para transacciones de créditos de carbono, donde los créditos son comercializados por empresas que tienen metas corporativas de reducción voluntaria de emisiones, mientras que Argentina está implementando un esquema similar.
Por lo tanto, se torna evidente que el consumo de energías renovables favorece de múltiples formas a las empresas consumidoras, tanto a nivel reputacional, como para reducir y estabilizar costos de la energía y disminuir el pago de impuestos.
Cabe destacar que la reducción de emisiones de CO2 es de alta relevancia a nivel mundial, debido a que la aceleración del cambio climático avanza sin precedentes y expertos advierten que el calentamiento ya se encuentra justo al borde del aumento de 1,5 ºC desde la era preindustrial, temperatura fijada como máxima en el Acuerdo de París.
Es por esto que la mayoría de los Estados de América Latina y el Caribe asumieron, en la última cumbre climática (COP 28), la responsabilidad de reducir emisiones, entre un 24% y un 29% para 2030, dependiendo de cada país. Un informe concluye que la mayoría debería eliminar los combustibles fósiles en la próxima década para poder cumplir con las metas ambientales.
Otra de las pautas que fijó la COP 28 fue la adopción de un enfoque holístico en el combate al cambio climático, que también involucra a las empresas activamente en la descarbonización, a través de prácticas que sean sustentables, desarrollando políticas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Por consiguiente, una de las opciones más efectivas es la incorporación de fuentes de energías renovables a través de contratos PPA, ya que proporcionan una ventaja competitiva dentro del mercado, no solo por una cuestión reputacional, sino también para estabilizar costos y reducir gastos en actividades de cumplimiento y mercados voluntarios de carbono.
Uso de baterías como fuente de eficiencia y estabilidad
Además de brindar ahorros significativos en los costos y certeza sobre los mismos, los PPA también traen aparejados otro beneficio que no es menor: la estabilidad de suministro. Esto se logra gracias a los sistemas de almacenamiento de energía a través de baterías (BESS) que las empresas generadoras están aplicando sobre activos de energías renovables existentes, hibridándolos, o bien haciéndolos funcionar como sistemas aislados que interactúan con la red (stand alone).
Este tipo de inversiones es crucial para manejar la variabilidad de la energía renovable y para que las generadoras puedan garantizar un abastecimiento energético continuo y confiable a sus clientes.
Los sistemas BESS se consideran una de las soluciones clave para hacer frente a ciertos retos relacionados con la optimización del consumo y reducción de desperdicios. Estas soluciones permiten almacenar el exceso de energía producido durante períodos de baja demanda y lo liberan durante los momentos de alta demanda, reduciendo así la volatilidad de los costos y mejorando la confiabilidad de la red eléctrica.
Por ejemplo, Atlas Renewables Energy proveerá de energía limpia, estable y constante (24/7) a la minera estatal Codelco y a la distribuidora de combustibles Copec a través de su proyecto BESS del Desierto, de 200MW/880MWh.
La flexibilidad que ofrecen los sistemas BESS los convertirá en una parte integral de aplicaciones como la reducción de picos de demanda, la optimización del autoconsumo y la energía de respaldo en caso de cortes de suministro.
La implementación de un sistema de almacenamiento de baterías es necesaria para lograr suministros de energía flexibles y resistentes y es un elemento esencial para la generación de energía renovable, ya que contribuye de manera constante a las necesidades energéticas del mundo.
Conclusión
La volatilidad de los precios de la energía que pueden ocasionar factores externos, como catástrofes naturales o conflictos bélicos, generan fuertes impactos sobre los costos operativos de las empresas, por lo que se torna fundamental acudir a contratos de abastecimiento con energías renovables (PPA) para estabilizar costos a valores competitivos a un largo plazo.
Este mecanismo permite a las compañías cubrirse ante fuertes aumentos en los precios de la energía e, inclusive, animarlas a electrificar parte de sus consumos reemplazando infraestructura que utilice combustibles fósiles, de modo que puedan gestionar mejor su demanda y reducir aún más la emisión de CO2. Esta contribución es de suma importancia no solo a nivel reputacional de las compañías, ya que el debate contra el cambio climático ha calado en toda la sociedad, sino como estrategia para reducir el pago de impuestos como el del carbono, que ya ha sido implementado por Chile, Colombia, México y Brasil, y cuyos pasos continúa Argentina.
Por otra parte, las empresas comienzan a contar con la opción de contratos PPA abastecidos con energías renovables y respaldados con baterías, que brindan un suministro constante a precios fijos, una respuesta ideal para las empresas electrointensivas que necesitan energía los siete días de la semana, las 24 horas del día.
En conclusión, los PPA son una solución efectiva para cumplir con objetivos de sostenibilidad y reducir la huella de carbono y se convierten en la mejor alternativa para lograr el cambio sostenible que las compañías están asumiendo como compromiso. Estos contratos colaboran con la previsibilidad, la estabilidad de precios y garantizan el suministro energético de manera constante, condiciones clave para fortalecer el desarrollo y crecimiento de cualquier empresa.
Este artículo fue creado en colaboración con Castleberry Media. En Castleberry Media, estamos dedicados a la sostenibilidad ambiental. Al comprar Certificados de Carbono para la plantación de árboles, combatimos activamente la deforestación y compensamos nuestras emisiones de CO₂ tres veces más