Web3 y el metaverso: un punto de inflexión para la transición energética
La próxima iteración de Internet está tomando forma rápidamente, pero hacerla realidad requerirá de grandes cantidades de energía. Al garantizar que el panorama digital sea viable hacia el futuro, es inminente apostar por las energías renovables, acelerar la transición energética y fijar un marco de bajas emisiones.
Funcionando en redes que utilizan mecanismos de consenso como el blockchain, Web3 es una nueva versión descentralizada de Internet, que pretende dar a los individuos más control sobre sus datos y experiencias. Mientras tanto, el metaverso es un mundo digital e inmersivo, que permite a los usuarios interactuar digitalmente, ya sea utilizando criptocarteras para realizar compras o lentes de realidad virtual que permiten explorar un mundo de nuevas experiencias.
Ambos espacios están ligados al mundo físico, ya que se requiere de energía para sustentarlos y para alimentarlos.
A pesar de todas las promesas del futuro, los componentes básicos del nuevo paisaje digital son las computadoras y los servidores, y una reciente publicación en el blog de Intel sugiere que nuestra infraestructura informática global tendrá que ser 1,000 veces más potente de lo que es hoy para poder sostenerla con comodidad, lo cuál tiene un alto costo medioambiental.
En un estudio realizado en 2019, los investigadores de la Universidad de Massachusetts calcularon que el entrenamiento de un gran modelo de aprendizaje profundo, por ejemplo, el que permite a las máquinas trabajar con el lenguaje natural en un entorno virtual, produce 626,000 libras de dióxido de carbono que calientan el planeta, o sea, cinco veces las emisiones de toda la vida de un coche promedio.
En la Universidad de Lancaster, los investigadores realizaron un escenario para averiguar qué ocurriría si sólo el 30% de los jugadores de computadoras se trasladaran a plataformas virtuales basadas en la nube para 2030, y descubrieron que las emisiones de carbono se dispararían en casi un tercio.
Mientras tanto, las criptomonedas, que apuntalarán las transacciones en el nuevo mundo en línea, se han hecho notorias por su intensidad energética, ya que la Universidad de Cambridge ha descubierto que la minería de criptomonedas puede consumir hasta 121.36 teravatios-hora al año, es decir, más que el consumo energético anual de Argentina o de los Emiratos Árabes Unidos, mientras que el New York Times calcula que el bitcoin consume aproximadamente el 0.5% de toda la energía mundial.
En la combinación energética actual, en la que la mayor parte de la electricidad en todo el mundo sigue procediendo de fuentes no renovables, el enorme aumento del uso de la energía provocado por Web3 supone un desastre para el planeta.
En todo el mundo, el cambio climático irreversible ya está en marcha, desde temperaturas más altas hasta tormentas y sequías más severas. Según el informe del IPCC de 2022, publicado a principios de este año, la humanidad tiene una “ventana de acción cada vez más pequeña”, y si queremos asegurar un futuro habitable, es necesario que los recortes de las emisiones de gases de efecto invernadero se produzcan ya.
El camino verde hacia adelante
Sin embargo, antes de descartar inmediatamente el metaverso y la Web3 como un desastre medioambiental a punto de ocurrir, merece la pena observar lo que las grandes empresas tecnológicas están haciendo para conciliar sus propios objetivos de sustentabilidad con la creación de un paisaje digital totalmente inmersivo. Amazon Web Services (AWS), que proporciona soluciones de computación en la nube para casi un tercio de todas las aplicaciones web actuales, afirma que alimentará sus operaciones con energía 100% renovable para 2025. Google se ha comprometido a utilizar energía libre de carbono las 24 horas del día en todos sus centros de datos para 2030. Microsoft tiene la intención de ser libre de carbono para 2030, así como de dejar de utilizar el diésel en los generadores de sus centros de datos. Mientras tanto, Meta, que cambió su nombre de Facebook para demostrar cuánto cree en el metaverso, dice que para 2030 alcanzará las emisiones netas cero en sus propias operaciones y en su cadena de valor.
Además, la energía limpia se utiliza cada vez más para alimentar las actividades de las criptomonedas, ya que un informe del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge ha descubierto que casi el 40% de la minería de prueba de trabajo se alimenta de energías renovables. Esto se debe en parte al hecho de que las energías renovables son ahora más baratas que los combustibles fósiles en la mayoría de los mercados del mundo, mientras que los combustibles fósiles sólo se encarecerán con el tiempo. Otra señal positiva la encontramos en el Cripto Acuerdo Climático, inspirado en el Acuerdo de París. Los firmantes del pacto, impulsado por la industria, se han comprometido a cambiar a fuentes de energía renovables para 2025 y a pasar a ser completamente netos, eliminando por completo las emisiones de gases de efecto invernadero, para 2040.
Esta proliferación de compromisos ya está superando la transición de nuestro mundo hacia las energías renovables, impulsando la demanda de que un mayor porcentaje de la red provenga de recursos limpios.
Para satisfacer esta demanda, un mundo digital descentralizado necesita fuentes de energía descentralizadas. Las granjas de criptomonedas tendrán que estar ubicadas junto a la generación renovable y la minería cuando haya abundancia de energía. Los centros de datos ya están suscribiendo acuerdos de compra de energía corporativa directa (PPAs por sus siglas en inglés) con proveedores de energía renovable, lo que les permite aumentar su uso real de energía limpia más rápidamente que si sólo dependieran de la red. Las actividades mineras digitales tienen flexibilidad de localización, como ha demostrado la redistribución de su actividad en respuesta a los cambios normativos, esto significa que las actividades mineras digitales pueden perseguir las mejores geografías en términos de energía renovable abundante y competitiva.
Preparando el camino para un futuro sustentable
Garantizar que el metaverso y la Web3 se alimenten con energía limpia permite que el poder verdaderamente transformador del nuevo mundo en línea surta efecto. Las personas con visión a futuro que se preocupan por el futuro del planeta ya están diseñando nuevas formas radicales para que las personas y las empresas sean más sustentables a través de la nueva tecnología: desde monedas digitales de créditos de carbono que permiten a cualquiera acceder a los mercados de comercio de carbono hasta fichas no fungibles que financian la plantación de suficientes manglares para evitar 20 millones de toneladas de carbono en los próximos 25 años.
Si bien es cierto que, tal y como están las cosas hoy en día, la adopción a gran escala del metaverso y de la Web3 elevaría las emisiones a niveles peligrosos, todos los indicadores apuntan a que las empresas implicadas han optado por combatir estos retos medioambientales. La única opción viable para alimentar el futuro mundo en línea son las energías renovables, y este enorme aumento de la demanda impulsará una enorme adopción de energía limpia, acelerando la transición energética hacia un futuro mejor y más sustentable.
En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta, por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.